marzo 18, 2021 | Comments Closed |
Estamos acostumbrados a que cuando llega el frío, con dar a un botón, mover una ruleta, hacer click en una aplicación, o sencillamente esperar, la calefacción se pone en marcha y tu hogar se calienta. ¿Y cuál es el combustible que utiliza? El gas natural.
Hasta hace algún tiempo, no todo el mundo tenía el privilegio, la suerte o la capacidad económica de disponer de una caldera o un sistema en el que el gas natural era el combustible utilizado para poder estar calentitos en nuestra casa.
Se utilizaban otros sistemas, como podían ser el carbón, la leña o el gasóleo. Combustibles también fósiles que utilizaban unas calderas mucho más aparatosas, ruidosas y sucias a las que tenemos hoy en día.
Además de que el combustible lo tenías que almacenar tú, con la pérdida de espacio que suponía el tener en casa que almacenar la leña, el carbón o el gasóleo, además de suponer un gran riesgo para todos.
Así que la llegada al mercado del gas natural ha supuesto un avance enorme en lo referente a los sistemas de calefacción y de agua caliente sanitaria, ya que se trata de un sistema más limpio, que no ocupa tanto espacio y que es mucho más seguro que los sistemas anteriores.
Un sistema que te permite tener en cualquier momento, tanto agua caliente, sin tener que depender de depósitos, como puedes tener con las calefacciones eléctricas, que además aumentan la factura de luz.
Son todo ventajas si las enfrentamos a otros sistemas de calefacción. Por eso hoy queremos hablaros de la energía que mueve nuestras calderas, el gas natural.
Este magnífico gas es un combustible fósil formado por otros gases como son el metano, el etano, el butano y el propano. Puede que te suenen muchos de ellos, que también se son usados en estufas u otros medios calefactables.
Además de estos gases contiene otros tipos de hidrocarburos, más pesados.
Este apreciado gas, en principio era desechado cuando se encontraba en la naturaleza, principalmente junto a los yacimientos de petróleo, ya que se le consideraba peligroso para la extracción de oro negro.
Cuando se comprobaron las cualidades del gas, y lo económico que resultaba tanto su extracción como su distribución, así como las grandes propiedades que tenía, paso a convertirse en uno de los combustibles fósiles más importantes, hasta tal punto que hoy en día es el principal sistema de calefacción.
Pero no solo se utiliza en el sector doméstico, sino que la industria también utiliza este tipo de gas siendo usado también para generar electricidad, por lo que podemos diferenciar entre el uso del gas natural de uso doméstico y el uso industrial.
Aunque existan esos dos usos, el gas natural que te tienes en casa es exactamente el mismo que se utiliza en la industria. La única diferencia que podemos encontrar son los sistemas que se utilizan a la hora de hacer llegar a unos y a otros este gas.
Y por supuesto el tipo de calderas que se van a utilizar para quemar el combustible. No es lo mismo una caldera doméstica, que las grandes calderas que pueden utilizar los diferentes tipos de industrias que utilizan este combustible.
Como dato curioso, y ahora que se buscan alternativas a la gasolina, existen coches que también funcionan con gas natural. Por ejemplo, muchos de los autobuses urbanos que coges cada día ya utilizan este combustible para moverse.
Actualmente los beneficios que aporta este tipo de combustible resulta el más rentable en cuanto a ahorro de energía.
Supone un gran rendimiento, ya que supone que vamos a tener que usar menos consumo de energía para transformar el gas en calor, por ejemplo, evitando así el incremento de la factura de la luz y su consecuente beneficio en cuanto al ahorro energético y climático.
Nos encontramos ante el combustible con el suministro más económico y competitivo.
El hecho de utilizar varios aparatos a la vez que necesiten a la vez del abastecimiento de gas, va a ser posible, en un uso doméstico. Es decir, vas a poder hacer uso del agua caliente, mientras cocinas y mantienes tu hogar calentito.
Es un tipo de combustible que no requiere almacenamiento, por lo que, como ya te hemos contado antes, vas a ganar espacio en casa, teniendo que tener instalado únicamente la caldera.
El control sobre su consumo es completo, sin tener que recurrir a unas facturas en las que es imposible saber el presupuesto que se ha destinado al consumo de gas. Además, si el uso es normal, la factura no tendrá grandes variaciones, por lo que mantendrán una línea que es más fácil adaptar a las necesidades de cada hogar.
En el caso de ser una calefacción de gas de una comunidad, con los nuevos contadores individuales que se ya se están instalando, tendrás un mayor control sobre el uso y consumo de cada una de las partes de tu casa.
No es un combustible que deje residuos, por lo tanto, es mucho más limpio que otras opciones que puedes encontrar. De este modo, los equipos que se destinan al uso de este combustible sufren menos fallos al tener un desgaste menor y un mejor mantenimiento.
El hecho de que te quedes sin gas natural es bastante complicado, ya que no existe la posibilidad de desabastecimiento. Solo en el caso de averías, de alguna de las partes en el hogar, o en el medio de abastecimiento, una tubería rota, un escape, que son situaciones que no se dan prácticamente nunca, pueden ser las que lleguen a dejar sin suministro al usuario.
Con la evolución tanto en calderas, como en regulación de temperatura, cada vez es más cómodo y sencillo poder utilizar el gas natural, gracias a conectores wifi, termostatos y otros avances que nos han hecho la vida más cómoda.
Y por supuesto, son más respetuosos con el medio ambiente, ya que sus emisiones de CO2 a la atmósfera en su combustión, son inferiores a las que puedan emitir otro tipo de combustible.
En Elías Varas somos expertos en este tipo de gas, realizando y manteniendo tu caldera, para que no tengas ningún disgusto. Así que, si necesitas más información, no dudes en contactar con nosotros.