La importancia del gas natural en la transición energética

Uno de los mayores retos a los que nos venimos enfrentando en los últimos años, es la transición energética. El gas natural juega un papel fundamental en este cambio, ya que produce menos gases de efecto invernadero que otros combustibles fósiles.

El gas natural se puede aplicar en ámbitos muy variados: doméstico, industrial, sector energético e incluso en vehículos, pudiendo sustituir en todos ellos a la gasolina, carbón, propano, gasóleo o diésel.

Actualmente la situación del gas natural en españa con respecto a otros países es muy positiva. Cuenta con siete plantas regasificadoras situadas en diferentes puntos de la península y dos más que se abrirán en las Islas Canarias.

Además, españa también cuenta con una amplia red de gasineras, en total 28 estaciones de repostaje para este tipo de gases. Las gasineras son el equivalente a gasolineras para los vehículos que utilizan gas natural como combustibles.

Esto ha sido posible gracias a la Directiva europea 2014/94/UE, que establece que debe haber una estación GNL (Gas Natural Licuado) cada 400 km, una de GNC (Gas Natural Comprimido) en municipios com más de 100.000 habitantes y en las carreteras Red Ten-T cada 150 km.

Es importante tener en cuenta que el gas natural, una vez cumplida su función, debe dejar paso a otras técnicas energéticas más limpias. Problemas como la emanación de gas metano durante la extracción del gas natural siguen siendo nocivos para el medio ambiente.

Por ejemplo, el combustible de hidrógeno es muy efectivo pero, hoy en día, aún no se ha optimizado su transporte, producción ni almacenamiento. Pero se está estudiando la manera de aprovechar las infraestructuras destinadas al transporte de gas natural para el hidrógeno, por lo que es muy probable que en un futuro este gas sustituya al natural.