Rehabilitar edificios para ser más sostenibles

Siempre que hablamos de contaminación, nos imaginamos una fábrica contaminando la atmósfera o bien un vertido de petróleo que contamina el agua, entre otras muchas cosas. Pero nunca nos hemos parado a pensar en si nuestro edificio puedes ser una de las causas del deterioro del medioambiente.

Los edificios hoy en día son los causantes de más de un tercio de las emisiones de contaminantes que emitimos a la atmósfera, por eso, en el caso de tener que realizar cualquier tipo de obra estructural en el edificio, podemos realizar una rehabilitación del edificio para ser más sostenible.

De este modo podremos dar respuesta a la situación de emergencia climática declarada por el Consejo de Ministro hace algún tiempo, además de mostrar nuestro compromiso con el medio ambiente y con la sociedad.

Como comentábamos antes, la imagen que tenemos de la contaminación siempre suele ser la misma, fábricas emitiendo gases a la atmósfera o vertidos de líquidos sospechosos a los ríos o el mar, fugas en barcos que sufren un accidente y pierden su carga frente a nuestras costas, convirtiendo las playas en manchas negras, o la multitud de coches atestando las calles, provocando las famosas boinas sobre las grandes ciudades, además de la contaminación acústica.

Pero una imagen que no nos recuerda a este tipo de contaminación, y que, de hecho, es posible que incluso la desconociéramos, es la de nuestros edificios.

El parque de viviendas actualmente en España está realmente envejecido, a pesar de todo lo que se ha construido en las últimas décadas. Estamos hablando de viviendas de más de 40 años, que son la mayoría. A pesar de la burbuja del ladrillo que explotó hace unos años, la mayoría de esos edificios no estaban dotados de las condiciones para luchar contra el cambio climático, como se está realizando en las nuevas construcciones.

De hecho, no existía ninguna ley en concreto que se encargara de regular estos detalles en la construcción de viviendas en esa época, y por eso no se ajustaban a los estándares que se han creado en el nuevo código técnico de edificación, lo que provocaba que estos edificios perdieran una gran cantidad de energía. Ahora tenemos un nuevo código de edificación en la que ya se incluyen diferentes puntos sobre la construcción sostenible. Puedes saber más en este artículo.

Realizando comparaciones con un coche, la pérdida de energía y calor sería refiriéndonos al consumo de combustible. El resultado sería que para igualar esas pérdidas que ocurren en el 99% de las viviendas, los coches deberían consumir más de 15 litros de combustible cada 100 kilómetros, cifra que puede llegar aumentar hasta casi tres veces más, es decir, 40 litros cada 100 kilómetros. ¿Quién en su sano juicio se compra un coche que gaste tanto? Por eso es un dato a tener en cuenta en el momento de la adquisición de una vivienda nueva.

De hecho, cuando se procede con la adquisición de una vivienda, si no es de nueva construcción, se debe realizar un peritaje de certificado energético, que antes no era un documento obligatorio para gestionar la compra-venta. Los edificios de nueva construcción ya cuentan con este documento.

Tras las declaraciones del Consejo de Ministros, debemos impulsar los programas de rehabilitación para que sean consideramos como medidas prioritarias. Para ello debemos acometer las siguientes situaciones.

Aislamiento térmico

Quizás el punto más débil dentro de un edificio, en lo que a eficiencia energética se refiere, suele esta en el aislamiento térmico.

Normalmente este aislamiento térmico suele se muy pobre, lo que provoca que se produzcan pérdidas de calor en el edificio, obligando a un mayor uso de las calderas de combustión que generan a su vez más contaminación.

De ahí que la instalación de unas buenas ventanas, evitan las posibles filtraciones de aire caliente que se puedan producir. A esto se le llama controlar la hermeticidad de la envolvente.

Pero no solo nos tiene que bastar con aislar térmicamente el interior del edificio. De este modo, si al realizar la rehabilitación del edificio, aislamos correctamente las cubiertas podría reducir su consumo en un 60%, en comparación a la situación en la que se encontraría antes de la rehabilitación.

Si a esto le sumamos el correcto aislamiento de la fachada, utilizando un sistema de aislamiento térmico exterior de la fachada, es decir, una especie de abrigo, se podría incrementar hasta en un 75%.

Este tipo de aislamiento no solo se realizaría sobre la fachada, sino que asegura el aislamiento integral de suelos, cubiertas e incluso estructuras cerradas.

Cubiertas ajardinadas

Nos encontramos con otra opción para mejorar el impacto medioambiental en las ciudades. La idea es colocar en aquellos edificios en los que sea posible, una cubierta ajardinada.

La intención es colocar en las azoteas de los edificios pequeñas parcelas de vegetación, lo cual implicaría que, a la hora de plantear su reforma, se ha contar con el exceso de peso que van a cargar los pilares. Quizás en algunos edificios más antiguos no sea la opción más viable, pero en los de nueva construcción, daría un mejor uso a una zona que prácticamente no se aprovecha.

Esta solución tendría como consecuencia la estabilización térmica del propio edificio, a la par que, en verano, se puede proporcionar mayor frescor y sombra al propio edificio, evitando la luz directa del sol y evitando un recalentamiento del tejado, que supondría una rebaja de la temperatura del edificio en general.

Además, estas zonas verdes ayudarían a reducir el alto nivel de contaminación del aire de la ciudad al absorber el dióxido de carbono y capturando los gases contaminantes y nocivos.

Este tipo de tejados podrían compensar una pequeña parte de la falta de zonas verdes en los núcleos urbanos más grandes, aportando además al edificio una impermeabilización, aislamiento acústico y térmico.

Naves industriales

Todas las ciudades cuentas con un polígono industrial, dependiendo del tamaño de la ciudad. Si nos damos un paseo por uno de estos polígonos, descubrimos que prácticamente la mayoría de construcciones que podemos encontrar, son naves industriales.

Aunque parezca imposible, estas naves industriales, también puede aportar su granito de arena a la batalla contra el cambio climático y contribuir para convertirse en edificios más sostenibles.

Para conseguirlo, habría que modificar las láminas exteriores que los recubren, con un nuevo tipo de láminas impermeabilizantes, que han sido diseñadas para absorber las emisiones de NOx, que en su mayoría proceden de la combustión de motores diésel. Estas láminas, gracias a la ayuda del sol, ya que son fotocatalíticas, descomponen estas emisiones y con el agua de la lluvia se eliminan.

Se ha calculado que aproximadamente 1000m2 de esta cubierta puede eliminar el contaminante producido por aproximadamente unos 500 vehículos en un año.

No es una mala opción, ¿verdad?

Y si a estas mejoras en edificios, añadimos una caldera que esté en perfecto funcionamiento, revisada y puesta a punto, conseguiremos, además, ahorrar en nuestra factura.

Por eso, en Elías Varas, ya sea en tu domicilio, en tu comunidad o en tu empresa, nos encargamos de que todo funcione correctamente, y contribuir a la lucha contra el cambio climático.

Si necesitas que revisemos tu caldera, no dudes en contactar con nosotros, lo puedes hacer aquí