| junio 27, 2025 | Comments Closed |
El mantenimiento anual de caldera es una de las tareas más importantes para garantizar el correcto funcionamiento del sistema de calefacción en el hogar. No se trata únicamente de una recomendación, sino de una obligación establecida por la normativa. Así, se asegura la seguridad, la eficiencia energética y la durabilidad del equipo.
Entonces, ¿cuánto cuesta el mantenimiento de una caldera? A continuación, en Elías Varas resolveremos esa cuestión y explicaremos todo lo que debes saber para planificar este gasto.
Realizar el mantenimiento anual de la caldera no solo es una obligación legal en muchos casos, sino que también es la mejor forma de prevenir averías costosas y garantizar un consumo eficiente. Las calderas acumulan residuos y sufren desgaste con el uso. Esto puede provocar fallos, sobreconsumo y, en casos graves, riesgos para la seguridad del hogar. Un equipo revisado periódicamente mantiene su rendimiento, alarga su vida útil y evita sorpresas en la factura energética.
Además, hay que recordar que una caldera en mal estado puede generar emisiones contaminantes y, en casos extremos, fugas de gas o monóxido de carbono. Cumplir con la revisión no solo es una cuestión de ahorro, sino también de responsabilidad.

Hablar del precio de la revisión de una caldera implica tener en cuenta diversos factores. El coste puede variar según el tipo de caldera, la potencia y la empresa que realice el servicio. En términos generales, el coste del mantenimiento de una caldera de gas oscila entre 80 y 150 euros anuales, aunque puede llegar a ser superior si se incluyen servicios adicionales.
El precio del mantenimiento de la caldera no es fijo. Aspectos como la antigüedad del equipo, la complejidad de la instalación o si se trata de una caldera individual o comunitaria influyen directamente. Las calderas más antiguas suelen requerir revisiones más exhaustivas y, por tanto, más costosas. También influye la marca del fabricante, ya que algunos modelos exigen repuestos específicos que incrementan el precio.
Otro factor importante es el tipo de contrato que se elija: un mantenimiento básico puede ser más económico, mientras que uno completo incluye servicios extra como asistencia urgente o sustitución de piezas.
El mantenimiento básico suele centrarse en la limpieza del quemador, la comprobación de la estanqueidad y la revisión de la combustión. Mientras tanto, el mantenimiento completo añade servicios adicionales como la reparación de averías, sustitución de piezas o revisiones adicionales durante el año. Este último tipo de contrato puede suponer un incremento en el coste, pero a la larga evita gastos imprevistos por averías.
Conocer qué se incluye en el mantenimiento de la caldera es clave para saber si el precio que pagas es justo. Generalmente, el servicio cubre aspectos esenciales para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento del equipo.
La revisión de la caldera obligatoria está regulada por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE). Según la normativa, las calderas domésticas deben revisarse al menos cada dos años, aunque se recomienda una revisión anual para mantener la eficiencia energética y evitar sanciones. En calderas comunitarias, la frecuencia puede ser mayor debido a su uso intensivo.
Además de la revisión básica, algunas empresas ofrecen servicios complementarios. Ejemplo de ello pueden ser la purga de radiadores, ajustes de presión, análisis de combustión avanzado o asistencia técnica 24 horas. Estos extras incrementan el precio del mantenimiento de la caldera, pero aportan tranquilidad y un servicio más completo.
Si quieres reducir el coste del mantenimiento de la caldera de gas, una buena opción es comparar diferentes empresas y sus contratos. Existen compañías que ofrecen planes anuales con descuentos por fidelidad o promociones para nuevas instalaciones. Otra recomendación es realizar la revisión en temporada baja, cuando la demanda es menor y es posible conseguir mejores precios.
Además, un buen uso de la caldera, evitando sobrecargas y manteniendo una presión adecuada, contribuye a espaciar las reparaciones y a reducir costes.
Una de las preguntas más frecuentes es cada cuánto se debe hacer la revisión obligatoria de la caldera. La normativa indica que para las calderas individuales de gas la inspección debe realizarse al menos cada dos años, mientras que para instalaciones comunitarias la frecuencia puede ser mayor. Sin embargo, lo más recomendable es realizar una revisión anual para evitar riesgos y cumplir con la normativa vigente.
No cumplir con la normativa RITE puede acarrear sanciones económicas. Además, puede suponer un riesgo para la seguridad. Por ello, es fundamental programar el mantenimiento de la caldera y guardar el justificante de la revisión. Si estás pensando en hacer la revisión de tu caldera, contáctanos.