octubre 29, 2020 | Comments Closed |
¿No se está calentando bien tu casa? Si es así, existe la posibilidad de que haya aire atrapado en sus radiadores, lo que está causando el problema.
Para aumentar la eficiencia de su calefacción central y reducir sus facturas de energía, necesita purgar sus radiadores.
Purgar un radiador significa dejar salir el aire que está atrapado dentro de su sistema de calefacción. El aire atrapado impide que el agua llene el radiador, y esto retiene la calefacción de todo el radiador, creando puntos fríos.
Purgar un radiador es una de esas tareas domésticas comunes que muchos de nosotros rehúimos, por miedo a equivocarnos. Sin embargo, aprender a hacerlo de forma efectiva puede ayudar a mantener el sistema de calefacción sano y funcional.
En este blog, le daremos una guía de sencillas indicaciones paso a paso para purgar sus radiadores, además de destacar algunas de las razones clave por las que debe aprovechar esta útil habilidad.
Cuando un radiador está más frío en la parte de arriba quiere decir que hay aire acumulado en él, y esto hace que el agua caliente no circule por todo el radiador calentándolo en su totalidad.
Si notas manchas de humedad o moho en las paredes de tu habitación.
Si puedes oír el golpeteo de las tuberías o el gorgoteo de los radiadores.
Una llave de radiador, un destornillador plano o una simple moneda con el grosor adecuado
Una toalla seca para atrapar cualquier fuga de agua
Un contenedor para guardar bajo el radiador
Guantes de seguridad
Siga esta sencilla guía paso a paso para purgar sus radiadores:
Lo primero que tenemos que hacer para purgar los radiadores es encender la calefacción, para que todo este funcionando y éstos se calienten. Esto crea una presión en el radiador que empujará el aire no deseado hacia fuera. Esto le ayudará a sentir los puntos fríos y podrá identificar qué radiadores necesitan sangrar.
Es importante esperar a que se calienten completamente antes de proceder al paso 2, ya que la presión dentro del radiador necesita tiempo para acumularse.
Sólo después de que el sistema de calefacción de su casa haya entrado completamente, podrá comprobar si hay problemas. Es importante tener en cuenta que este paso del proceso es esencial, independientemente del tipo de radiador que tenga, ya sean radiadores tradicionales o algo más moderno.
Después de que sus radiadores se hayan calentado, están listos para ser probados. Sean minuciosos en la comprobación de cada uno de ellos, y evalúen si hay puntos fríos. Esta es una señal segura de que el sangrado del radiador debe llevarse a cabo.
Uno de los espacios más habituales para encontrar puntos fríos es la parte superior de la unidad, ya que esto indica que podría haber aire o gas atrapado en su interior. Esto necesita ser liberado para que los radiadores funcionen a plena capacidad una vez más. Al igual que en el paso 1, este proceso sigue siendo el mismo para todos los tipos de radiadores, incluidos los compactos y los verticales.
Depende de usted si decide purgar todos los radiadores de su casa, o sólo aquellos en los que ha identificado un problema claro.
Cuando encontramos un radiador frío en la parte de arriba o si escuchamos ruidos de gorjeo, quiere decir que tenemos aire acumulado dentro del radiador que impide circular bien al agua caliente y debemos sacarlo.
Ahora apaga la calefacción para que los radiadores se enfríen antes de tocarlos para abrirlos. Puede que tenga agua hirviendo, así que ten cuidado y deja que los radiadores se enfríen completamente.
Localiza la válvula de sangrado del radiador en la esquina superior del mismo. Parece un agujero redondo con un cuadrado en el interior. Coloque una toalla o tela vieja debajo de la válvula para atrapar el agua descolorida que pueda liberarse.
Una vez que haya establecido qué radiadores necesitan ser sangrados, recuerde apagar la calefacción central. Deje un poco de tiempo para que se enfríen, o se arriesga a sufrir daños por quemaduras que de otra forma se podrían evitar.
Otro peligro potencial de este proceso es la posibilidad de que se derrame agua en el suelo, así que asegúrese de tener un paño o toalla listo para recoger las gotas y otro para colocar en el suelo, listo para evitar daños a cualquier mobiliario o alfombras.
Para empezar a sangrar su radiador, necesitará una llave para radiador o un destornillador plano. Ambos se pueden comprar en tiendas de bricolaje con bastante facilidad, y se utilizan para abrir la válvula en la parte superior de su radiador.
Encontrar esta válvula también debería ser relativamente sencillo, incluso en los radiadores verticales. La encontramos en un extremo del radiador, y para purgarlo tenemos que usar la llave, una moneda o un simple destornillador plano para aflojar la ranura. Sujetando firmemente con un paño, gire el destornillador o la llave suavemente en sentido contrario a las agujas del reloj.
Podrá ver si el gas se está escapando, ya que esto estará acompañado de un silbido silencioso. Cuando el gas haya sido eliminado, ahora necesita cerrar la válvula rápidamente ya que el agua le sigue, y tiende a salir del radiador con algo de fuerza. Asegúrese de usar ropa que no le importe que se ensucie un poco durante esta etapa. Cuando sólo se escapen unas pocas gotas de agua, puede cerrar la válvula girando la llave del radiador en el sentido de las agujas del reloj.
Repita este proceso para cualquier otro radiador de su casa que necesite ser purgado.
Es casi inevitable que el agua salga del sistema de calefacción, así como el gas, lo que reduce la presión de su sistema de calefacción y puede reducir su eficacia. Después de sangrar todos los radiadores que necesita, compruebe la presión mirando el indicador de su caldera.
En el caso de que la presión se haya reducido demasiado, puedes aumentarla usando la palanca o el grifo de la caldera. Esto se conoce comúnmente como el lazo de llenado, y es una parte integral de todo sistema de calefacción, incluyendo el que está conectado a todas las formas de radiador (incluyendo los radiadores de columna vertical).
Los detalles de esta parte del proceso variarán según el sistema, aunque el proceso básico sigue siendo el mismo. Algunos fabricantes de calderas y tiendas en las que se pueden comprar radiadores en línea ofrecen tutoriales específicos y más información sobre la adaptación de esta etapa a los diferentes sistemas.
Comprobamos la presión de la caldera en el manómetro. Si la presión de la caldera es inferior a 1 bar, tendrás que volver a presurizar el sistema. Si la presión es normal (entre 1 y 1,5 bares), puedes encender la calefacción y comprobar que los radiadores se calientan como es debido.
¡Así es como puede purgar fácilmente sus radiadores en estos sencillos pasos! Para mantenimientos de caldera más avanzados, contacten con Elías Varas.
Todo esto puede parecer un montón de etapas por las que hay que pasar, pero sangrar los radiadores le permite mantener su casa cálida y acogedora, lo que es especialmente importante durante los meses más fríos del año. Un sistema de calefacción funcional también tiene sentido desde el punto de vista financiero, ya que ayuda a reducir las facturas de energía al disminuir el desperdicio.
Hay otras formas de ayudar a mantener un sistema de calefacción saludable, incluyendo el aislamiento adecuado de las habitaciones para evitar las corrientes de aire.