7 mitos de calderas de condensación que debes saber

Las calderas de condensación son un tipo de caldera que aprovecha el calor residual de los gases producidos en la combustión. De esta forma, aumentan su eficiencia energética. Este tipo de calderas se han convertido en una opción cada vez más popular para la calefacción del hogar.

Sin embargo, todavía existen muchos mitos y dudas sobre su funcionamiento y las ventajas que pueden aportar. Desde Elías Varas, a continuación desmentimos los 7 mitos más comunes sobre las calderas de condensación para ayudarte a elegir mejor la opción para tu hogar.

Son más caras de mantener

Esta información es incorrecta, ya que las calderas de condensación son, de hecho, más eficientes que las calderas tradicionales. Esto significa que consumen menos combustible y, por lo tanto, generan menos emisiones. Esto se traduce a menor coste de mantenimiento a largo plazo. Además las calderas de condensación suelen tener una vida útil más larga que las tradicionales.

Son difíciles de instalar

De nuevo, esta afirmación es falsa. La instalación de una caldera de condensación no es más compleja que la de una tradicional. Ambas requieren prácticamente el mismo método de instalación e incluso, en determinadas ocasiones, la instalación de una caldera de condensación es más sencilla. Siempre es importante que sea instalada por un técnico cualificado para garantizar su correcta instalación.

Solo funcionan en climas fríos

Las calderas de condensación no solo están diseñadas para utilizarse en climas fríos, sino que se pueden instalar en cualquier tipo de clima, sea frío o templado. De hecho, su sistema de aprovechamiento de gases las hace ideales para climas más cálidos, donde se aprovecha al máximo su capacidad de ahorro de energía.

Fallan con más frecuencia

Este enunciado es, de nuevo, incorrecto. Las calderas de condensación son tan fiables como las calderas tradicionales. De hecho, al tener menos componentes móviles y piezas, pueden tener incluso una menor tasa de averías. Su vida útil, por lo tanto, puede ser más extensa que la de las calderas tradicionales.

Su instalación es muy complicada

Como hemos mencionado anteriormente, una caldera de condensación requiere del mismo proceso de instalación que una caldera tradicional. Por lo tanto, un instalador cualificado podrá realizar el proceso de instalación de una caldera de condensación sin ningún tipo de problema. Además, al tener menos piezas móviles, su instalación puede llegar a resultar más sencilla.

No ahorran tanto

Las calderas de condensación pueden llegar a ahorrar hasta un 30% en comparación con las calderas tradicionales. Este ahorro supone una gran disminución en el precio de la factura del combustible. Si combinamos este tipo de dispositivos con otras medidas de eficiencia energética como un buen aislamiento del hogar, conseguiremos calentar nuestra casa por un coste mínimo.

Necesitan una chimenea

Las calderas de condensación, al emitir menos gases que una caldera tradicional, pueden ser ventiladas mediante un simple conducto de PVC fácil de instalar. De esta manera, las calderas de condensación se convierten en una alternativa ideal por ser respetuosas con el medioambiente por su baja emisión de gases.

Conclusiones

Las calderas de condensación son una opción eficiente, económica y respetuosa con el medioambiente para la calefacción del hogar. Además, estos dispositivos ofrecen una serie de ventajas importantes a tener en cuenta a la hora de elegir tu sistema de calefacción.

Así, las calderas de condensación son más silenciosas que las calderas tradicionales al no necesitar un ventilador para expulsar los gases, ofrecen una calefacción uniforme gracias a su capacidad para modular la potencia, reducen la cantidad de combustible utilizado y pueden producir agua caliente sanitaria.

Además, son una fuente de ahorro económico a la par que respetan el medioambiente. Si estás pensando en cambiar tu dispositivo, ten a mano nuestro contacto y te ayudaremos con la instalación de tu caldera de condensación.