mayo 26, 2022 | Comments Closed |
En muchas construcciones nuevas, se está solicitando un tipo concreto de calefacción, así que, queremos tratar algunos de los mitos sobre el suelo radiante.
Este tipo de calefacción, o mejor dicho, de sistema que hace que las diferentes estancias de tu casa dispongan del calor suficiente para tener una agradable temperatura, no está pensada para todo tipo de hogares, aunque esté siendo uno de los sistemas más demandados.
Pero para poder hablar sobre el suelo radiante, antes tenemos que tener bien claro cómo funciona este sistema, y los diferentes tipos de suelo radiante que puedes encontrar.
En este aspecto vamos a encontrar dos sistemas diferenciados, ambos van a llevar el calor hasta cada una de las habitaciones de tu hogar.
El primero de ellos es el sistema eléctrico, que como puedes imaginar, se calientan utilizando la energía eléctrica, conectando directamente a la red eléctrica.
El segundo de ellos es el sistema hidráulico, que tiene dos partes, el sistema seco y el sistema húmedo, que se diferencia por la configuración de las tuberías.
Si la instalación es nueva, los tubos por donde circula el agua suelen estar en el subsuelo y se le denomina hidráulica húmeda, y se realiza en proyectos de nueva construcción. Para las renovaciones o reformas, la instalación se realiza en el suelo, y en este caso se denomina sistema hidráulico seco.
Existen varios mitos sobre este tipo de instalaciones y queremos hablar hoy sobre ellas, quizás algunos ya los conozcas o quizás no, así que vamos a ver cuáles son.
Aunque es un tipo de distribución de calefacción un poco más elevado, hasta un 30% más caro que los radiadores convencionales, la amortización en gasto de luz o gas natural, dependiendo de la fuente de energía, se realiza en poco tiempo.
Además, requiere de un menor mantenimiento, por lo que también reduces los posibles costes que se puedan derivar de sus reparaciones o mantenimiento.
Se dice que un hogar con una calefacción con suelo radiante nunca se calienta del todo, pero en realidad lo que se reduce es el calor localizado, que normalmente es generado por los radiadores convencionales.
Con el suelo radiante, al evitar lugares con una gran cantidad de calor, se unifica la temperatura en toda la estancia, evitando así esas zonas de calor.
El uso de termostatos para regular la temperatura permite incluso alcanzar unos estupendos 25 grados, temperatura más que suficiente para sentirse cómodo y calentito en tu hogar. Superar esa temperatura quizás sea un calor excesivo para tu hogar.
Así que ahora que tienes claro el funcionamiento de este tipo de calefacciones, quizás también tengas más claro qué opción es la que quieres instalar en tu hogar.